Otra de noticias breves:
El Ayuntamiento de Elda tenía previsto desde finales del año implementar un sistema de bicicleta pública en el municipio (Información-1). Sin embargo, al final parece que renunciará a ello. El Ayuntamiento quería afrontar la inversión pediendo una subvención de la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN) que cubría el 70% de los costes. Sin embargo, la condición era que el sistema tenía que estar implementado en septiembre y eso no ha sido posible. Así que de momento se queda sin bicicleta pública (Información-2).
En cambio, en Altea sí que parece que la bicicleta pública se hará realidad de mano de la AVEN. El sistema contará con 12 estaciones y 160 bicicletas y será compatible con el de Benidorm, por lo que los usuarios podrán usar el servicio en las dos localidades. Está previsto que el sistema se ponga en marcha a finales de noviembre (El Periodic). El sistema le saldrá a coste cero al Ayuntamiento, espero que si el día de mañana subvención que lo sustenta desaparece, no desaparezca el sistema.
En octubre traía a este blog la noticia de que se ha sacado a concurso la ampliación de la bicicleta pública de San Sebastián y que esta traerá consigo una reforma tarifaria. Una corrección al respecto. En ese post decía que el abono anual costaría 20 euros y que la novedad estaba en que a eso se le añadiría un coste por uso desde el primer minuto del orden de 10 céntimos por cada 20 minutos. Pues bien, no serán 20 euros sino 40 lo que costará el abono anual, manteniéndose ese añadido de coste por uso (CMD sport). Si al final esto se cumple, no hace falta que me repita, me remito a lo que ya comenté en mi anterior post. Coste cero para el Ayuntamiento y coste doble para el usuario. ¿Se trata de incentivar o de desincentivar?
El pasado 14 de noviembre hubo huelga general. Esta situación anómala puede influir en la bicicleta pública de dos formas contrapuestas. Por un lado, la gente que no va a trabajar deja de usar cualquier modo de transporte, incluida la bicicleta pública. Por otro, los que sí van a trabajar pueden tener que echar mano de la bicicleta pública como alternativa al modo de transporte habitual. En Barcelona parece fueron más numerosos los primeros ya que ese día se registraron unos 7.800 préstamos, 2.000 menos de lo habitual (El Periodico)