A finales de agosto expira la adjudicación de Vai bike, el sistema de bicicleta pública de Villagarcía de Arosa, y el Ayuntamiento anunció la semana pasada que está reconsiderando su continuidad porque es «altamente deficitario»(Faro de Vigo-1). Exactamente el sistema cuesta 63.000 euros al año, de los cuales unos 3.000 se recuperan en concepto de abonos de usuarios (Faro de Vigo-2). El Ayuntamientoste asegura que quiere evitar que el sistema desaparezca totalmente y para ello maneja dos alternativas: Una de ellas es la de subir el precio de los abonos anuales de 12 a 50 euros y la otra es reducir el periodo de funcionamiento de todo al año a sólo el verano (La Voz de Galicia). La segunda opción parece ser la más probable. Además, cuando expire la adjudicación actual, se quiere otorgar una nueva a un coste más bajo para las arcas municipales (Faro de Vigo-1). De no ser así, entonces sí que Ayuntamiento barajaría eliminar definitivamente el sistema (Faro de Vigo-2). Yendo un poco más a fondo, descubro que el Ayuntamiento hace tiempo que no paga a la empresa adjudicataria del servicio, Toimil, la cual adeuda a sus trabajadores varios meses de sueldo (La Voz de Galicia).
Díficil comentar esta noticia sin extenderse demasiado, pero intentaré ser breve:
- Y vuelta y dale con lo de que la bicicleta pública es «deficitaria». Lo siento, lo he dicho en otros posts, pero me vuelvo a repetir: la bicicleta pública es un servicio público, como el transporte público, la enseñanza o la sanidad, y como tal hay que exigirle que sea eficiente y que los costes sean proporcionales a su impacto, pero no que tenga un «coste cero».
- Efectivamente, 63.000 euros al año no es poco dinero. Sin embargo, normalizando esos datos por su uso, se obtiene que es uno de los sistemas más baratos de mantener de España con un coste de aproximadamente 2 euros por préstamo.
- Claro, esto siempre y cuando se mantengan las cotas aceptables de utilización, 33.690 préstamos en 2011 (Faro de Vigo-3). Y desde luego, medidas como subir el precio del abono anual a 50 euros o reducir su funcionamiento al verano lo que harán es precisamente reducir enormemente su uso. Más aún si se deja de pagar a la empresa adjudicataria que descuidará el mantenimento. Así, el sistema costará menos en términos generales, pero cada préstamo le saldrá más caro al Ayuntamiento. ¿Y acaso es eso mejor? Hace poco hablaba de que «la mejor defensa es un buen ataque» y este es un buen ejemplo. Más caro sale dejar que algo se muera, que hacer que funcione.