Dándole vueltas al concepto por la inauguración en Motril

Motril ha implantado un servicio de préstamo municipal de bicicletas.  El sistema es totalmente gratuito (tanto el registro como el uso) y cuenta con 3 estaciones y 25 bicicletas. Además tiene dos características especiales: las bicicletas deben ser devueltas en la misma estación en la que se tomaron y pueden reservarse incluso a grupos (Ideal).

El sistema fue inaugurado el 7 de marzo y se implantado «gracias a una subvención en materia de Medio Ambiente y con coste cero para las arcas municipales”- según el teniente de alcalde de Turismo de Motril. Éste asimismo declaró en la inauguración que “esta iniciativa se enmarca en el proyecto ‘Motril Ciudad Saludable’, dentro de los ejes del deporte y del disfrute de la naturaleza» y ha mostrado su satisfacción por “haber dado un paso más en nuestro camino para ofrecer en Motril un gran abanico de posibilidades que conjuguen el deporte y el turismo” (Ideal). Resumiendo, el objetivo del sistema no parece ser por el momento la movilidad diaria, sino más bien la lúdica.

Inauguración en Motril. Foto: Infocostatropical

No hay una definición única de lo que es exactamente la bicicleta pública. Hay tantos sistemas y son tan diferentes que todo parece caber en este concepto. Sin embargo, bajo mi punto de vista, una propiedad fundamental de la bicicleta pública es la unidireccionalidad de los viajes. Creo que una de las cuestiones claves aquí es plantearse la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre un alguiler tradicional de bicicletas y la bicicleta pública? A mi juicio, es precisamente la posibilidad de poder devolver la bicicleta en un punto diferente lo que hace a la bicicleta pública diferente y novedosa.

Por lo tanto, los servicios de préstamo de bicicletas bidireccionales (especialmente los orientados a fines lúdicos) como los de Motril son, según mi opinión, más alquileres de bicicletas subencionados que bicicleta pública. A pesar de ello, sigo considerando a este tipo de sistemas como bicicleta pública. ¿Por qué? Porque a) si no existen tiendas de alquiler de bicicleta dotan al municipio con servicio público beneficioso y porque b) en algunos casos estos sistemas son bidireccionales de forma transitoria hasta que consigan crecer. Si no se cumple alguna de estas dos premisas, yo desaconsejaría este tipo de sistemas. En primer lugar, si existen previamente negocios tradicionales dedicados al alquiler, estos sistemas podrían incurrir en una competencia desleal. Y en segundo lugar, los sistemas bidireccionales reducen a la larga la capacidad de rotación de las bicicletas, lo cual reduce el nivel de uso.

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